Cuatro pies al margen, Partes I y II
—Quedan dos minutos —escuchó la voz de un hombre. Parecía venir de la sala de examen; donde guardaba las medicinas—. No quiero ajorarlos, pero… Bueno, sí. Quiero ajorarlos.
—Visita —dijo otro hombre. Valeria sintió miedo al escuchar esa voz.
Ni siquiera tuvo tiempo para virarse y salir, cuando sintió un rocío en el rostro. Entonces, no sintió nada.
—Despertó, jefe —era el mismo hombre que había dicho “visita” cuando estaba en la clínica.
Valeria trató de hablar, pero sólo logró exhalar e inhalar de forma acelerada.
—Cálmese, Doctora. Va a hiperventilar —era el hombre que había dicho “dos minutos”.
La prisionera inclinó la cabeza encapuchada hacia donde suponía que oía la voz de Dos Minutos, como para escuchar mejor.
—Estoy mucho más calificada para hacer ese diagnóstico —dijo Valeria, entre dientes—. Pleno 2049 y aún prevalece la macharranería…
—Creo que la prefería hiperventilando, jefe —dijo Visita.
Dos Minutos miró al otro hombre sin mostrar emoción y Visita supo callarse.
—Por favor, déjenme ir. No los puedo delatar… ni siquiera he visto sus rostros.
—Cierto, pero tenemos otros planes para usted —dijo Dos Minutos. Valeria aguanto la respiración mientras se preguntaba qué querían con ella. Como si leyera sus pensamientos, el hombre añadió— No se asuste, Doctora. Siga instrucciones y verá que pronto estará de vuelta en su apartamento con su esposo y sus dos punto cinco hijos.
Por alguna razón, el sarcasmo en la voz del hombre no la hizo sentir mejor.
3 Comentarios:
jajaja...2.5 hijos..q mal!
Intriga. :) Me tienes al borde de la silla.
También me llamó la atención de 2.5 hijos.
dos punto cinco hijos... jum. Pero oye, y qué pasó después. Y cómo es eso de dos hijos y medio? Será que le faltan las piernas? Será que es un clon? ...
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